García- Gasco: “Quien opta por la familia y la vida,
El cardenal de Valencia anima a los fieles cristianos a levantar la voz por la cultura de la
vida y la familia.
Valencia. El cardenal arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, afirma que “la
sabiduría cristiana” sobre el matrimonio aporta “civilización y progreso” y animó a los
“fieles cristianos” a “levantar nuestra voz por la cultura de la vida y la familia”, porque
“quien opta por la familia y la vida, gana siempre”, según informaron en un comunicado
fuentes del Arzobispado de Valencia.
El cardenal indica, en su carta semanal titulada ‘La sabiduría del matrimonio’, que
“las propuestas cristianas sobre el matrimonio sirven a toda cultura, pueblo y
nación para mejorar su comprensión sobre la institución matrimonial”. También
recuerda que el origen de la vida humana “tiene su auténtico contexto en el matrimonio
y la familia”, y que esta institución se valora “profundamente” cuando se tiene “muy
presente” que “el respeto de la dignidad humana concierne a todos”.
El cardenal arzobispo insiste en que el matrimonio “hunde sus raíces en el
complemento natural que existe entre el hombre y la mujer y se alimenta mediante
la voluntad personal de los esposos de compartir su proyecto de vida, lo que tienen y lo
que son”, de tal manera que “Dios asume esta exigencia humana, la confirma, la purifica
y la eleva, llevándola a la perfección con el sacramento del matrimonio”, indicó.
En este sentido, García-Gasco explica en esta misiva que la vida humana “es
generada por medio de un acto que expresa el amor recíproco entre el hombre y la
mujer”, y que “a lo largo de la historia han existido múltiples formas de
convivencia”. Por esta razón, remarca la “insistencia” de la Iglesia en que la familia de
fundación matrimonial constituye la “célula de la sociedad”. El purpurado también
afirmó que “frente a la poligamia o las uniones temporales, la sabiduría cristiana del
matrimonio invita a descubrir el verdadero amor fecundo que se genera y se regenera
día a día en la salud y en la enfermedad, en la alegría y en la tristeza, en la riqueza y en
la pobreza”.
En otro pasaje de la carta, el cardenal manifiesta que “las personas no somos objetos
de usar y tirar” y agrega que “la sociedad mercantilista de la era del plástico y de los
productos efímeros en serie no debe llegar a denigrar la dignidad humana ni a que se
copien criterios economicistas en las relaciones familiares”. Asimismo, considera que la
transmisión de la vida “tiene su propia ecología humana, ya que está inscrita en la
naturaleza, en lo más íntimo de cada ser y sus leyes siguen siendo norma eficaz para el
bien de la humanidad”, por lo que reitera su convicción de que la Fe “no sólo acoge y
respeta lo que es humano, sino que también lo purifica, lo eleva y lo perfecciona”,
añade.
Por otro lado, García-Gasco también se refiere al “respeto a la dignidad del ser
humano” en todas las fases de su existencia. Así, afirma que “sólo por el hecho de
existir, cada hombre tiene que ser plenamente respetado”. Por ello, insta a “no aceptar
discriminaciones de la dignidad humana basadas en el desarrollo biológico, psíquico,
cultural o en el estado de salud del individuo”.